jueves, 25 de octubre de 2012


EL RAMO

Y  de la planta broto un botón,
Frágil, perfecto y con ilusiones,
Un botoncito que se fue formando,
Que se lleno por dentro de pétalos y polen,
Que apuraba su madurez, sus pistilos,
Que deseaba abrirse al mundo
Y mostrarle a todos lo precioso de su ser,
Parpadeo y abrió su único ojo hermoso,
Desenvolvió sus pétalos y los estiró,
Se mostró al sol y al viento
Como cosa única y todo poderosa,
Arrogante se volvió hacia todo,
Y el sol mostró su verdadera cara,
La fue secando con la realidad,
Y el viento dejo de soplar en ella,
La fue marchitando con la soledad,
Perdida su belleza inicial,
El olvido se encargo de lo demás,
Sola y desesperada comenzó a gritar,
Y como si oyese a las flores, llego él,
La corto de la planta que la vio nacer,
Le mutilo las hojas que ya secas estaban,
Acabo con los pétalos que marchitos sobraban,
La puso en agua y la adorno,
Le dio un lugar privilegiado
Entre otras flores muertas,
Exhibió su cadáver con los de las demás
Y las vendió por docena.